Autismo, hermanos, juego y deporte en grupo

Autismo, hermanos, juego y deporte en grupo

 Pero cuando nos dan un diagnostico de uno de nuestros hijos comienza una especie de pelea entre la fantasía y la realidad. La fantasía de la familia tipo en la cual se vive de manera cotidiana y sin problemas (solo los típicos de cualquier niño). Pero la realidad es otra, ahora tenemos que invadir nuestra vida de especialistas, terapeutas y médicos abocados a ayudarnos sacar a nuestro hijo adelante. Existen muchos libros que hablan de los 100 primeros días del niño y guías para padres, pero soy partidario de que cada padre podría escribir su propio manual de cómo actuar (lo que seria de gran ayuda para informar a la sociedad de cómo se puede salir adelante).

Gracias a estos padres que han escrito sus experiencias, o comentado a la población sobre sus logros con sus hijos, podemos tener acceso a la resolución de determinadas situaciones y con mayor profundidad podemos observar que estos, son verdaderos instructores de la vida que con su lucha pueden darle una vida NORMAL a su hijo. Claro que hay diferencias entre un chico con capacidad diferente y aquel que denominamos NORMAL, pero basta con saber y conocer bien la “Diversidad Funcional” para comenzar el camino del goce y disfrute del pequeño.

Un punto no menor son los hermanos del niño o joven-adulto, que acompañan este tratamiento. Es de suma importancia no dejar de lado su atención aunque sea muy difícil, porque ellos no siempre saben en qué momento deben actuar o dejar de hacerlo y en qué momento deben ayudar o dejar de hacerlo.

Hay diferentes tipos de personalidades que adquieren los chicos para poder cooperar y debemos sacar provecho de eso para incentivar al niño a establecer un vinculo con su hermano.

Los hermanos de chicos con TEA suelen llevar con ellos el karma de la “carga de su hermano” y cuando las cosas andan mal, su moral está por los suelos y emocionalmente se encuentran afectados a tal punto que pueden llegar a no comprenderlo y a odiarlo. No debemos juzgarlos, ellos también deben aprender y madurar con la discapacidad en casa. La tarea familiar es larga pero cuanto más comprenda a su hermano, sus capacidades, limitaciones o lo que sea, y entiendan su problemática, mejor van a comprender lo que les pasa y más rápido van a crecer a nivel madurativo para superar cualquier obstáculo.

El juego es un medio de interacción muy bueno para promover el vínculo, y la música, otro medio que no se queda atrás a la hora de realizar actividades en conjunto.

“Recuerdo una mañana en la casa de un paciente. Realizábamos una actividad en una cama elástica y tuve la idea de integrar a los hermanos. Dicha actividad solo consistía en saltar alrededor del joven-adulto. Si bien, este no podía expresar su alegría, logré percibirla en sus ojos y en sus gestos. Tanto él como sus hermanos se veían súper felices por la actividad propuesta. Luego de realizarla propuse tomar algo juntos y nos fuimos al pasto los cinco a compartir un momento más. Fue gratificante saber que juntos lo pasamos bien.”

Deben tener presente que el niño debe disfrutar del juego y para ello, este debe ser lo más sencillo posible. Recuerden que siempre se debe trabajar de lo simple a lo complejo y no está mal empezar con algo que quizás sea aburrido para nosotros pero muy divertido para ellos. En el caso de aquellos niños que disfruten del contacto físico (levantarlo, zamarrearlo, empujarlo y demás) se debe tener cuidado para no confundir el juego con una agresión hacia el otro. Muchas veces aprenden a jugar físicamente con un adulto que no siente su fuerza y cuando lo hacen con un “par” es duramente una agresión para quien recibe el contacto.

Siempre que se pueda debemos incentivar a los hermanos a participar en diferentes momentos, y darle el lugar a ellos para que lo hagan por sí solos, sea cual sea el motivo (ver un vídeo, compartir un juego, o simplemente escuchar música, etc.)

Esto no es un dato menor, el promover la actividad en conjunto hace que todos estemos siempre felices de compartir un momento junto al niño.

Siempre se debe prever la actividad con anticipación para que no haya posibles berrinches y buscar actividades que le gusten al pequeño para promover la alegría desde el comienzo de la actividad.

Por último, es importante estar siempre en busca de nuevas experiencias y brindarle al niño la mayor cantidad de estímulos posibles. Una terapia muy común, hoy en día, es la equinoterapia que resulta muy buena y los divierte mucho. Por otro lado, para aquellos que no puedan acceder a un campo con caballos y este tipo de terapia, pueden buscar por el lado de la natación que también es un medio que les fascina a casi todos los chicos y en el que pueden desarrollarse perfectamente.

Recuerden hacer previamente todos los chequeos médicos necesarios para comenzar una actividad física.

Fuente:Autismo Diario