Pautas a tener en cuenta para hacer amigos en el colegio

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Pautas a tener en cuenta para hacer amigos en el colegio

 

Los niños pueden llegar a sentirse frustrados y molestos por su dificultad para hacer amigos y para interpretar situaciones sociales.

Si a los niños con autismo no se les da apoyo y aliento para hacer amigos se les niega el contexto en el que pueden practicar y desarrollar sus habilidades de comunicación y de interacción social.

Los niños con autismo a menudo quieren participar en el juego de los demás y hacer amigos pero simplemente no saben cómo hacerlo.

El niño puede tener un estilo dominante y dictatorial de juego y puede ser muy resistente a las sugerencias de los demás. Puede aparecer un comportamiento agresivo hacia los demás si tiene que cambiar el estilo de juego e incorporar las ideas de los demás. Otros niños pueden ver al niño como dominante y autoritario, que actúa más como un adulto que un amigo.

El niño puede tener dificultad con los conceptos tales como compartir, esperar y tomar turnos.

 Los niños con autismo a menudo se vuelven demasiado emocionales cuando pierden un juego, y siempre quieren ganar o ser el primero. Esto es probablemente porque los niños con autismo no les gusta la sorpresa y tienen un gran temor a la incertidumbre. Los niños con autismo tienden a ser perfeccionistas.

Los niños con TEA tienen poca capacidad para hacer juicios de carácter. El niño con autismo puede ser incapaz de juzgar si un comentario o acción tiene malas intenciones o es un chiste amistoso.

A veces un niño con autismo puede tolerar ser objeto de burla en la escuela sólo para tener compañía. El niño puede creer firmemente que otro niño es un amigo cuando es evidente que el par lo está explotando.

Un niño con autismo puede ‘quemar’ a sus amigos por ser demasiado exigente, posesivo, hablar demasiado acerca de sus obsesiones o ser grosero o involuntariamente cruel. La intensidad de una amistad exclusiva puede llegar a ser intolerable para algunos niños. El niño con TEA puede no entender que los amigos a veces quieren jugar con los demás y puede reaccionar muy groseramente o poner fin a la amistad si esto ocurre.

Para algunos niños, la única interacción social que tienen con sus compañeros está en la escuela porque no buscan amigos fuera del horario escolar a menos que se le solicite o sea arreglado por sus padres.

El niño puede aparecer retraído y que prefiere estar solo, pero por lo general quiere tener amigos aunque no sabe cómo hacerlo. A veces el niño tiene que retirarse porque el entorno social puede ser tan estresante y exigente que socializar con sus compañeros puede ser  agotador.

El niño puede ser particularmente vulnerable al acoso y las burlas a causa de su comportamiento inusual. Un niño con autismo que es pasivo por naturaleza carece de asertividad, es ingenuo y confiado. El niño “activo pero extraño” buscará el contacto social, pero por lo general no hacen las cosas bien.

Puede parecer que un niño con TEA no tenga empatía, un factor importante en cualquier relación. El niño puede ser grosero o descortés involuntariamente debido a la dificultad para entender los pensamientos y sentimientos de los demás.

El juego de los niño con un desarrollo típico implica con frecuencia la imaginación y el juego de roles- los niños con TEA a menudo encuentran esto difícil.

 ¿Qué puede hacer?

Escoja a un niño socialmente maduro de la clase para ser un amigo del niño con autismo. Las niñas suelen ser más maduras que los varones y pueden ser más acogedoras hacia un niño que parece diferente y torpe socialmente. A los niños e les debe enseñar cuándo pedir ayuda de un adulto y cuál es su papel.

Un compañero puede ayudar a explicar las reglas de los juegos, fomentar la interacción social, ayudar al niño a defenderé si lo cargan y buscar ayuda de un adulto si el niño se angustia.

Es necesario que se enseñe cuándo pedir ayuda de un adulto.

Establecer un lugar seguro para que el niño con autismo pueda retirarse si está molesto. Esto debería ser un lugar que el niño conoce y puede llegar fácilmente y donde un adulto pueda ofrecer ayuda rápidamente.

Reconocer que el niño es socialmente inmaduro. Interpretar y explicar situaciones sociales. Alentar y modelar las líneas de apertura de la conversación.

Promover la tolerancia y el entendimiento entre los compañeros del niño, ayudándoles a entender sus dificultades.

 Anime a los demás a interactuar con el niño en el trabajo en grupo.

El niño puede requerir un poco de ayuda en la interpretación de juegos de simulación y la comprensión cómo unirse. Fomentar el pensamiento imaginativo y flexible en las actividades del aula con escenarios “Hagamos de cuenta que…”.

Enseñe al niño cómo responder a los planteamientos no deseados de los demás niños.

 Nota:

Tenga cuidado de no poner demasiada tensión en el amigo, los niños con autismo pueden ser muy exigentes. Lo ideal es tener dos o tres ayudantes, girando sobre una base regular.

Fuente: Autism Help